El ‘Efecto del pintalabios rojo’ y su conexión con las recesiones

24 de junio 2024

En el mundo del márketing y el análisis del consumidor, el término ‘efecto del pintalabios rojo’ se refiere a la teoría de que, durante períodos de dificultades económicas y recesiones, las consumidoras tienden a comprar más productos de cosmética asequibles como pintalabios de color rojo intenso.

 

La premisa es que, ante la incertidumbre financiera, las mujeres buscan darse un pequeño lujo accesible que les haga sentir más atractivas y con más confianza, sin impactar significativamente su presupuesto. El pintalabios rojo se considera un artículo versátil, económico y poderoso con la capacidad de elevar el estado de ánimo. 

 

Los defensores de esta idea señalan ejemplos históricos que parecen respaldarla. Tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos, las ventas de lápiz labial rojo aumentaron considerablemente, a pesar del impacto económico negativo. Un fenómeno similar se observó durante la Gran Recesión de 2008, cuando algunas marcas de maquillaje reportaron un repunte en sus ventas.

 

La teoría sugiere que, en tiempos turbulentos, los consumidores experimentan una especie de ‘indefensión aprendida’ ante el aluvión de malas noticias económicas. Como mecanismo de afrontamiento, tienden a centrarse en pequeños placeres y compras más asequibles que los hagan sentir mejor, en lugar de ignorar por completo esas señales negativas.

 

Sin embargo, no todos los expertos están convencidos de que el ‘efecto del pintalabios rojo’ sea un fenómeno generalizado y fiable. Ciertos estudios demuestran que, si bien las ventas de ciertos cosméticos pueden aumentar durante algunas recesiones, esto también ocurre en períodos de crecimiento económico.

 

Además, algunos analistas consideran reduccionista y sesgado atribuir este patrón exclusivamente al consumo femenino. Sugieren que todos los consumidores, independientemente de su género, pueden buscar pequeños lujos o vías de escape emocional cuando las finanzas son apremiantes.

 

En última instancia, mientras el ‘efecto del pintalabios rojo’ puede tener cierto sustento anecdótico, no debe considerarse un indicador infalible de la salud económica de un país o región. Los patrones de consumo responden a una combinación compleja de factores psicológicos, culturales y financieros que varían según el contexto.

 

Lo más prudente, en estos casos, sería estudiar las tendencias de gasto en diferentes sectores y grupos demográficos durante las crisis, en lugar de enfocarse únicamente en un artículo y teoría específicos, como es evidente. De esta manera, podremos comprender mejor cómo los consumidores priorizan y adaptan sus decisiones de compra en tiempos económicamente desafiantes.