El impacto económico Biden: Sensaciones y realidades
14-Febrero-2021.- En economía, como en la vida, las altas expectativas conllevan en muchas ocasiones grandes decepciones. Por eso, en todos los ámbitos, la prudencia es un requisito imprescindible para no ahogarnos en la desesperación; para valorar lo que viene. Parafraseando a Heinrich Friedrich Karl vom Stein, político y refundador de Prusia: “Hay que tener aspiraciones elevadas, expectativas moderadas y necesidades pequeñas”.
No iba a ser menos con las elecciones de USA y el triunfo de Joe Biden. Donald Trump había dado un paso hacia el pasado con sus excentricidades, sus políticas proteccionistas o su forma de ver a Europa, más como un posible competidor que como un aliado. Biden, en este caso mucho más comedido, significa un cambio notable, más cercano y fácil de abordar para tratar acuerdos sociales, políticos o económicos. Pero el demócrata, curtido en mil batallas, sabe que no puede tirar todas las medidas de los cuatro años anteriores nada más llegar a la Casa Blanca.
La sensación que trasmite Joe Biden en sus primeras apariciones y toma de decisiones es que mantendrá buena parte de las medidas económicas que a Donald Trump le dieron resultado. Las salidas de tono continuas del republicano han empañado las decisiones positivas que tomó como presidente. Actualmente, miramos de reojo la posibilidad de la marcha atrás en los aranceles que impuso el Gobierno estadounidense a la Unión Europea en el mes de agosto (15% aviación civil y 25% para el resto).
En Castilla y León, como en el resto de España, la bajada de los aranceles puede ser un punto positivo muy significativo. En el último año un total de 1.158 empresas castellano y leonesas exportaron sus productos a EEUU con un incremento del +6,38% respecto al año anterior.
Las exportaciones a Estados Unidos, si bien no significan una cantidad significativa, sí son una magnífica moneda de cambio, tanto para las relaciones entre países como para el global en el mercado macroeconómico, pues los norteamericanos son los octavos clientes mundiales de Castilla y León y los sextos de España, primeros fuera de la UE.
En este contexto, los productos agroalimentarios de la región podrían beneficiarse si finalmente Biden reduce sus aranceles. El sector más perjudicado es el del vino debido a la importante presencia de Ribera del Duero y Rueda a través del Plan USA. Pero no hay que olvidarse de otros productos que también se exportan a EEUU, como, por ejemplo, el jamón, los cereales, la pastelería, las conservas, los huevos o los preparados alimenticios en donde la leche y los productos lácteos son determinantes para el queso que se fabrica en la región.
Pero no solo los productos agroalimentarios deben preocuparnos, ya que también se exportan otros bienes que son determinantes para la economía de Castilla y León, como son los bienes de equipo, semimanufacturas, materias primas, sector del automóvil, bienes de consumo duradero…. De todos ellos dependen muchas empresas y puestos de trabajo, y de incrementarse los aranceles, originarían un grave perjuicio para la economía regional en unos momentos en donde la Covid-19 ya ha trastocado suficientemente la realidad socio económica existente.
Asimismo, la Unión Europea en general y nuestro país en particular pueden verse favorecidos en diferentes campos con el cambio de Gobierno yankee. En biotecnología e industria farmacológica, España tiene ya situadas compañías punteras lo que, en la lucha frente al coronavirus, puede generar grandes recursos y ser una realidad tractora para muchas empresas de Castilla y León. Al mismo tiempo somos uno de los países más destacados en la innovación por las energías renovables, donde Joe Biden se ha puesto en contra de la política negacionista sobre el cambio climático de Donald Trump.
El problema surge con las bases militares de Morón y Rota, que representan una importancia capital para USA, pero que conllevarían discrepancias en el actual Gobierno de coalición español si aumentan las tropas, y un impacto económico si disminuyen.
En definitiva, la alianza con EEUU será clave para reactivar diferentes ámbitos económicos y, aunque no será de inmediato, qué duda cabe de que el futuro pasa por ampliar las fronteras en materia de exportación; en conseguir más posibilidades para las generaciones venideras, con más recursos a la hora de encontrar un futuro esperanzador, basado en la calidad e innovación de los productos y servicios adaptados a la nueva realidad de un mundo trastocado por una pandemia que ha originado nuevas sensaciones y realidades, en donde la humildad y la prudencia deben ser los estandartes hacia los que dirigir nuestros esfuerzos, y donde la colaboración público-privada será determinante para lograr llegar a “buen puerto”.
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Juan Carlos De Margarida
Decano-Presidente del Colegio de Economistas de Valladolid, Palencia y Zamora (ECOVA)