El “lado oscuro” del ‘Team Building’: Más allá de las buenas intenciones

6 de noviembre 2023

La película "El buen patrón" dirigida por Fernando León de Aranoa ofrece una visión cruda de la explotación laboral disfrazada bajo el pretexto de valores como el esfuerzo, la lealtad y la familia.

Aunque se trata de una obra de ficción, toca una fibra sensible que resuena en muchas empresas reales, siendo capaz de establecer un punto de partida para una discusión crítica sobre el fortalecimiento de un equipo dentro de una empresa, una práctica cada vez más popular en el mundo corporativo.

 

El "team building" se ha convertido en una herramienta común para reforzar los lazos entre los empleados, mejorar la colaboración y aumentar la moral del equipo. Sin embargo, como en la película de Aranoa, ¿hasta qué punto estas actividades son realmente beneficiosas para los trabajadores o se convierten en una herramienta de manipulación disfrazada de camaradería?

 

En su forma más inocente, esta estrategia busca fortalecer las relaciones entre los empleados, pero con demasiada frecuencia, esta práctica se convierte en una obligación encubierta. Los empleados pueden sentirse presionados para participar en actividades que consumen su tiempo libre y no necesariamente tienen que ver con sus intereses personales. La presión para asistir a estas actividades puede ser aún más abrumadora para las mujeres, quienes a menudo enfrentan dificultades adicionales para la conciliación entre trabajo y vida personal.

 

Aunque el "team building" tiene el potencial de fomentar valores como la confianza, la solidaridad y la empatía, su mal uso puede llevar a la manipulación de los empleados. Las empresas pueden utilizar valores como la lealtad y la familia como una forma de chantajear emocionalmente a los trabajadores, haciendo que se sientan desleales o desconsiderados si no participan en estas actividades.

 

Esto plantea un dilema ético importante. ¿Es correcto que las empresas lleguen incluso a manipular a sus empleados para que participen en este tipo de actividades bajo la amenaza de ser vistos como desleales? ¿Es ético que estas actividades se realicen fuera del horario laboral y afecten la capacidad de los trabajadores para disfrutar de su tiempo libre?

 

Cuando el "team building" se convierte en una obligación, el resultado puede ser una fuerza de trabajo resentida y desmotivada. Los trabajadores pueden sentir que están sacrificando su tiempo personal sin obtener un beneficio real a cambio. Esto puede conducir a problemas como el insomnio, la desmotivación y la tensión en las relaciones familiares.

La clave para desarrollar este tipo de actividades de forma eficaz es seguir un enfoque equilibrado y voluntario. Las actividades deben ser planificadas de manera que no afecten negativamente al equilibrio entre el trabajo y la vida personal de los empleados. Además, los trabajadores deben sentirse libres de elegir si desean participar sin temor a represalias o juicios.

 

En conclusión, el "team building" tiene el potencial de ser una herramienta valiosa para mejorar la colaboración y las relaciones en el trabajo. Sin embargo, su implementación debe ser cuidadosamente considerada y monitoreada para evitar caer en la trampa de la manipulación y la coerción. Las empresas deben recordar que la verdadera construcción de equipos se basa en la confianza y el respeto mutuo, no en la presión y la obligación.