Empresas ‘unicornio’: Entre el mito y la realidad

19 de febrero 2024



En el vasto escenario empresarial, el término “unicornio” ha adquirido una connotación casi tan mítica como la criatura a la que hace referencia. Estas empresas son consideradas el ‘santo grial’ del emprendimiento en la era digital. Se trata de compañías creadas hace menos de diez años que, sin cotizar en bolsa ni haber sido adquiridas por un tercero, logran un valor de 1.000 millones de dólares o más a nivel mundial.

Sin embargo, es imprescindible cuestionar si realmente estos ‘unicornios’ tienen el valor que se cree o si nos encontramos ante una burbuja que puede estallar en cualquier momento.

Así como el unicornio mitológico es símbolo de rareza y exclusividad, las empresas unicornio destacan por su extraordinaria valoración en sus primeros años de existencia. Esta comparación evoca la idea de un fenómeno excepcional, pero es crucial analizar más allá de la superficie.

Estas entidades, jóvenes e innovadoras, han introducido cambios significativos en la forma en que vivimos, desde plataformas de transporte revolucionarias, hasta servicios de entrega a domicilio que han transformado nuestra experiencia cotidiana.

 

Algunos ejemplos de ‘empresas unicornio’ que han alcanzado una gran relevancia a nivel mundial durante los últimos años son la compañía americana SpaceX, la minorista china Shein, la financiera británica Revolut o incluso OpenAI, empresa creadora de ChatGPT.

En España, existen los casos de compañías como Idealista, Cabify, Glovo o eDreams.

 

Sin embargo, detrás de esta fachada, las empresas unicornio también presentan desafíos significativos. Muchas operan con pérdidas masivas, dependiendo de inversiones sin garantía inmediata de rentabilidad. La exaltación constante de estas valoraciones extraordinarias puede contribuir a la creación de una burbuja financiera, susceptible de estallar.

 

En el panorama empresarial presente, las perspectivas sobre las empresas unicornio varían. Algunos sostienen que el concepto ha perdido parte de su atractivo debido a su proliferación masiva y a la falta de una base sólida de rentabilidad. Otros, por el contrario, consideran que siguen siendo la expresión máxima de la ambición emprendedora y la capacidad de transformación.

 

Sin embargo, lo cierto es que algunas empresas unicornio han logrado éxitos duraderos, generando impactos positivos; aunque la presión constante por alcanzar valoraciones extremas puede desviar la atención de la creación de valor real.

 

En este escenario, la sobrevaloración y la falta de rentabilidad han llevado a que varias empresas pierdan su estatus de unicornio, lo que plantea serios interrogantes sobre la durabilidad de este fenómeno.

 

En un mundo en constante cambio, como lo es el de las empresas, es necesario separar la magia, propia de los mitos, de la realidad empresarial. Si bien estas entidades han transformado industrias y desafiado convenciones, la cautela es esencial.

La obsesión por alcanzar una gran valoración de forma rápida no debe eclipsar la importancia de construir negocios sólidos y sostenibles. En este contexto, las empresas unicornio deben enfrentar la cruda realidad de la sostenibilidad y la creación de valor genuino en un mundo empresarial en el que a menudo se valoran más las apariencias que la esencia.