FOBO: El temor a la obsolescencia en la era de las IAs

13 de octubre 2023

En un mundo en constante evolución, los términos y conceptos que definen nuestras preocupaciones y comportamientos también cambian con el tiempo.

Hace algunos años, el "FOMO" (Fear of Missing Out), o “miedo a perderse algo”, era una de las preocupaciones predominantes en la sociedad, impulsada por la necesidad de estar constantemente conectados y actualizados en un mundo digital hiperactivo. Sin embargo, en la actualidad, otro término ha emergido con fuerza: el "FOBO" (Fear of Becoming Obsolete), o “miedo a quedarse obsoleto”.

 

El FOBO, en su esencia, representa el miedo persistente que sienten las personas ante la posibilidad de que la tecnología reemplace sus habilidades y puestos de trabajo. Si bien es natural que las personas se preocupen por mantenerse al día en un mundo en constante cambio, esta tendencia implica una preocupación a niveles excesivos. Ha crecido de manera significativa en los últimos años, en parte debido al tratamiento mediático alarmista sobre las inteligencias artificiales y su impacto en determinados puestos laborales.

 

Una de las manifestaciones más notables del FOBO es el temor a que la tecnología provoque que los puestos de trabajo terminen siendo obsoletos. Este miedo es hasta cierto punto comprensible, ya que las máquinas y la inteligencia artificial han demostrado su capacidad para llevar a cabo tareas que antes eran exclusivamente humanas. Sin embargo, la magnitud de esta preocupación puede resultar contraproducente. En lugar de promover una adaptación saludable a las nuevas realidades laborales, esta “fobia” puede llevar a la ansiedad y al estrés innecesarios.

 

De acuerdo con un estudio llevado a cabo por la consultora laboral Gallup, la preocupación por el FOBO ha aumentado en particular entre los trabajadores con educación universitaria, donde ha crecido del 8% al 20%. Esto puede deberse en parte a la percepción de que una mayor formación académica no garantiza la seguridad laboral en un mundo donde la tecnología está transformando industrias enteras. No obstante, el hecho de que los trabajadores sin título universitario también experimenten niveles significativos de FOBO (24%) demuestra que esta preocupación no es exclusiva de ningún grupo demográfico.

 

Es importante reconocer que este miedo no es infundado; la tecnología está transformando y redefiniendo el mundo laboral y, en algunos casos, ha dejado en desuso ciertas ocupaciones. Sin embargo, es fundamental adoptar un enfoque equilibrado. La adaptación constante y el aprendizaje continuo son esenciales en un mundo en cambio permanente, pero este miedo no debe paralizarnos ni impedirnos disfrutar de los avances tecnológicos y las oportunidades que ofrecen.

 

En lugar de sucumbir al miedo de quedarse obsoleto, es fundamental considerar el aprendizaje constante, la adaptación y la resiliencia. La tecnología puede ser una aliada poderosa si la utilizamos de manera inteligente y estratégica, en lugar de dejar que el miedo nos domine.

En última instancia, el FOBO no debe ser un obstáculo, sino una motivación para crecer y evolucionar en un mundo en constante cambio.