La exportación en las Multinacionales

Desde una empresa multinacional, con clientes en todo el mundo y centros de producción en múltiples países, hablar de comercio internacional o exportación es hablar de la gestión diaria de nuestros flujos de producción. En el caso de Michelin España más del 90% de nuestra producción sale de España. Fabricamos productos destinados fundamentalmente a Europa, aunque algunas gamas van a todo el mundo.

Conocer los mercados, recoger las necesidades de los clientes, hacer previsiones tácticas, planificar las operaciones, fabricar y entregar el producto optimizando plazos de entrega, stocks y costes no es tarea fácil. Las actividades de exportación e importación precisan de una buena organización, numerosos equipos especializados, reglas definidas, herramientas adaptadas y amplio conocimiento de las normativas de los diferentes países.

Los últimos años han estado caracterizados por un contexto particularmente difícil, acontecimientos geopolíticos brutales e imprevisibles que han afectado a todo el mundo: la COVID-19, el conflicto de Ucrania con sus consecuencias en la tensión de los mercados, en los desequilibrios de oferta y demanda, en la inflación, en la falta de componentes y en las dificultades de transporte. Todo ello ha hecho muy complejos los flujos comerciales y muchas empresas se han visto obligadas a cambiar sus modelos de negocio o sus cadenas de suministro.

Estamos convencidos de que, para asegurar el futuro y la sostenibilidad de las empresas, hay que buscar un equilibrio entre los resultados financieros, las personas y el medioambiente. En nuestro caso la visión de Michelin se concreta en “Todo sostenible” y ha definido una estrategia que lleva consigo una gran transformación de fondo. Respecto a nuestros flujos internacionales esto nos lleva a una dinámica denominada “Local to Local” que se basa en que los centros de producción estén lo más cerca posible del punto de consumo. Es la solución más adecuada para minimizar el desplazamiento de los productos y reducir el impacto medioambiental de la movilidad de los bienes.

Que los productos tengan que cruzar océanos para ser vendidos, además de las implicaciones medioambientales, tiene impacto en los stocks, en el coste de transporte y en los plazos de entrega. Por ello esta dinámica es óptima para mejorar el servicio al cliente, pero precisa de fábricas muy flexibles que puedan abarcar el máximo número de productos. En nuestro caso, en el futuro, para gran parte de nuestros productos, nos concentraremos aún más en el mercado europeo.

Es claro que, en un mundo globalizado, no se pueden poner barreras de modo generalizado. Sin embargo, se debería vigilar que los productos que entran dentro del territorio comunitario cumplen toda la normativa legal exigible en Europa. Sería necesario tomar medidas para evitar que se vendan productos por debajo del mercado, como ocurre actualmente con neumáticos de procedencia asiática que se venden a precio inferior al coste de materias primas de las que están hechos.

La industria europea necesita mejorar su competitividad para hacer frente a una competencia muy agresiva procedente de países de bajo coste, competitividad en términos de coste, flexibilidad, calidad, capacidad de adaptación etc. y también en innovación en productos, procesos y servicios, priorizando los productos de mayor valor añadido. Las autoridades por su parte deben ser conscientes de los riesgos a los que someten al útil industrial por el impacto de las diferentes normativas aplicables.

MARIA DE LA PAZ ROBINA

Directora general de Michelin España Portugal S.A. y presidenta del Consejo de Administración de Michelin España Portugal S.A

17/04/2023