Nómadas digitales: ¿La vida soñada?

12 de junio 2023

En diferentes ocasiones hemos oído hablar de España como uno de los principales destinos turísticos para pasar las vacaciones. Sin embargo, tras la situación de confinamiento ocasionada por la pandemia de Covid-19, y después de la “normalización” del teletrabajo en determinadas empresas, se ha ampliado el rango de quienes disfrutan de nuestro país movidos por otros intereses.

Desde hace unos años, son los trabajadores remotos quienes también avalan la buena calidad de vida durante las estancias en España.

Recientemente, la agencia de viajes Kayak ha elaborado un estudio en el que afirma que España es el segundo mejor país del mundo para teletrabajar. Entre lo mejor valorado, el transporte, el coste de la vida, la salud y la seguridad, la vida social, el clima o incluso la buena conexión a Internet. A la cabeza del ránking se encuentra Portugal.

Los gobiernos son conocedores de estas situaciones, y por ello han lanzado facilidades para todos aquellos trabajadores que, conservando sus puestos de trabajos en la red, hayan decidido hacer vida en otro país.

En el caso de España, desde hace unos meses existe la “visa de nómada digital”, que permite a los trabajadores de países de fuera de la Unión Europea teletrabajar desde España durante un periodo mínimo de un año.

 

Pero, ¿qué es exactamente un “nómada digital”?

 

Se trata de un concepto que define a una persona que trabaja de forma remota haciendo uso de la tecnología y de redes como Internet para realizar su trabajo desde prácticamente cualquier lugar del mundo. De esta forma, los nómadas digitales cuentan con una gran libertad, pudiendo viajar y explorar diferentes lugares a la vez que mantienen su empleo y se adaptan a entornos cambiantes.

Esta forma de vida experimentó un “boom” tras la situación de pandemia, cuando el teletrabajo era la única opción.

Se podría decir que la vida del nómada digital es prácticamente idílica. Un estilo de vida “a gusto del consumidor”, viviendo dónde, cómo y con quien quieres. Un excelente antídoto contra la rutina repetitiva de los trabajos tradicionales gracias a las nuevas tecnologías y al teletrabajo.

Además, el residir en países con precios bajos puede permitir a los nómadas digitales con ingresos elevados llevar un estilo de vida lo suficientemente acomodado.

Sin embargo, no es oro todo lo que reluce.

 

A pesar de ser una vida que, con mucho márketing y “buena imagen” detrás, se proyecta como un objetivo al que aspirar, una “cara b” silenciada afirma que realmente no es apta para todo el mundo.

 

Trabajar “más horas de las que les correspondería”, incertidumbre sobre el futuro, incapacidad para mantener relaciones sentimentales a largo plazo, y, sobre todo, un sentimiento de soledad, al llevar un estilo de vida marcado por el “exceso de libertad”. Todo esto conlleva responsabilidades, como la planificación minuciosa de casi cualquier aspecto de la vida.

No obstante, el impacto económico que los nómadas digitales causan sobre las economías de los diferentes países a los que viajan es algo a tener en cuenta. El sector inmobiliario es el principal ejemplo de esto.

A este respecto, podemos ver el caso experimentado recientemente en Marbella, uno de los principales destinos turísticos y residenciales de lujo en el Mediterráneo, que, en 2022 registró el mayor crecimiento anual de los precios de residencias de alta gama desde la crisis de 2008. El coste de este tipo de vivienda subió un 7,1% al existir una alta demanda de residencia de lujo. Según se apunta, los principales responsables fueron los nómadas digitales.

La vida de los nómadas digitales no es tan perfecta como se presenta en las redes sociales y es importante tener en cuenta tanto las ventajas como los inconvenientes antes de tomar la decisión de sumergirse en esta nueva forma de trabajo.

Sin embargo, ¿veremos aumentos en esta tendencia, que según parece se está convirtiendo en un objetivo a alcanzar?