Síndrome del Impostor: Su impacto en la salud mental en el trabajo

13 de noviembre 2023

El término "Síndrome del Impostor" se ha convertido en una expresión familiar en las conversaciones actuales sobre la salud mental y el bienestar en los entornos laborales. A menudo, se ha utilizado para describir una sensación abrumadora de inseguridad y duda en individuos que, en realidad, han logrado un éxito considerable en sus carreras o estudios. Pero, ¿qué es exactamente este fenómeno y cuál es su impacto en la salud mental en el lugar de trabajo?

 

Se caracteriza por una constante sensación de que uno es un impostor o un fraude en su campo académico o laboral. A pesar de poseer logros tangibles y habilidades genuinas, las personas que sufren este síndrome tienden a atribuir su éxito a la suerte, a factores externos o a cualquier otro elemento, excepto a su propia capacidad y esfuerzo. La creencia de que no merecen sus logros y que, en algún momento, serán descubiertos como "impostores" les atormenta.

Este fenómeno no discrimina y puede afectar a cualquier persona en cualquier etapa de su carrera o educación. Desde Michelle Obama hasta el recién graduado que busca su primer trabajo, el Síndrome del Impostor no tiene límites. Pero, ¿cómo afecta realmente a la salud mental en el lugar de trabajo?

 

El impacto de este síndrome en la salud mental es, a menudo, subestimado y minimizado. Las personas que lo padecen viven en un estado constante de ansiedad y estrés, siempre esperando ser descubiertos y expuestos como incompetentes. Esta ansiedad puede resultar en una baja autoestima o un perfeccionismo excesivo, llegando a huir de oportunidades de desarrollo profesional.

La autoexigencia y el perfeccionismo, aunque pueden impulsar el rendimiento en el corto plazo, también pueden llevar a una fatiga mental extrema. Aquellos que se esfuerzan en exceso para evitar ser “descubiertos como impostores” pueden sacrificar su bienestar y agotar sus recursos mentales y emocionales.

 

Superar el Síndrome del Impostor es esencial para promover una salud mental laboral sana. Esto requiere un reconocimiento de que los sentimientos de duda y autoexigencia son comunes, pero no siempre justificados. Buscar apoyo de amigos, compañeros o profesionales de la salud mental puede ser un paso importante para abordar este síndrome.

En última instancia, es vital comprender que el Síndrome del Impostor no define el valor de una persona ni su capacidad para tener éxito en su trabajo o en su vida.

 

Reconocer y abordar este fenómeno es un paso esencial hacia la construcción de una salud mental laboral sólida y una realización personal duradera. Las organizaciones también tienen un papel importante en la promoción de entornos de trabajo que fomenten la confianza y la autoestima de sus empleados, lo que a su vez puede contribuir a un rendimiento más saludable y productivo.