Staycation’: ¿forma de ahorro o “normalización de la pobreza”?

11 de septiembre 2023

En la era del turismo globalizado y la movilidad constante, ha surgido una tendencia que desafía la tradición de viajar lejos para desconectar: la staycation.

Este término, resultado de fusionar "stay" (quedarse) y "vacation" (vacaciones), se refiere a la elección de quedarse en casa o realizar turismo de proximidad durante el tiempo que normalmente se dedicaría a unas vacaciones en un destino exótico. Si bien esta práctica puede parecer una solución sensata en muchos sentidos, su creciente popularidad plantea interrogantes sobre la autenticidad de las experiencias y sus implicaciones socioeconómicas.

En la era del turismo globalizado y la movilidad constante, ha surgido la “staycation”

El término, fusionando “stay” y “vacation”, se refiere a la elección de quedarse en casa o realizar turismo de proximidad en lugar de viajar a un destino exótico de vacaciones.

 

La staycation tiene sus encantos evidentes. En un mundo donde la prisa y la rutina dominan, aprovechar el tiempo libre para explorar los tesoros ocultos de la propia ciudad o región puede ser gratificante. Los partidarios argumentan que esta tendencia fomenta una apreciación más profunda de lo local y una mayor sostenibilidad al evitar los viajes largos y las emisiones de carbono. Además, se subraya la ventaja financiera de gastar menos en viajes lejanos, lo que a menudo permite una relajación más despreocupada sin el temor constante de los gastos.

 

Sin embargo, la staycation plantea cuestiones importantes sobre la autenticidad de las experiencias vacacionales. Si bien es emocionante descubrir rincones desconocidos en la propia ciudad, ¿puede realmente compararse con el impacto cultural y emocional de explorar una nueva cultura y lugar? o, quizás, ¿no se pierde el elemento de asombro y el cambio de perspectiva que a menudo acompañan a las aventuras en el extranjero?

La staycation podría tender a normalizar la complacencia, obstaculizando el deseo de explorar lo desconocido.

 

Uno de los puntos de vista críticos es que la staycation podría estar contribuyendo a la "normalización de la pobreza". Aunque muchas personas optan por esta alternativa por elección, no se puede ignorar que la falta de recursos también puede ser un factor en juego. Las limitaciones financieras podrían estar forzando a las personas a quedarse en casa bajo la fachada de una opción consciente. Al hacerlo, ¿estamos realmente celebrando la creatividad y adaptabilidad o estamos normalizando silenciosamente la idea de que las vacaciones deben ser un lujo fuera del alcance de muchos?

 

La staycation también puede tener efectos colaterales en la conexión interpersonal. Las vacaciones a menudo brindan la oportunidad de desconectar de la rutina y pasar tiempo de calidad con seres queridos. Sin embargo, ¿puede una staycation realmente lograr esto cuando las responsabilidades domésticas y laborales continúan acechando en el fondo? El atractivo de escapar de la vida diaria, incluso por un corto período, es una de las razones fundamentales por las que las vacaciones son tan anheladas.

 

En última instancia, la staycation es una elección personal, y para algunos puede ser una forma valiosa de encontrar un equilibrio entre explorar lo local y el descanso. Sin embargo, no debemos pasar por alto las implicaciones subyacentes de esta tendencia.

La staycation no es simplemente una moda que ayuda a controlar los gastos; también refleja los cambios en nuestra percepción de las vacaciones y las limitaciones que la vida moderna impone. Es importante cuestionar si se trata de una celebración de la creatividad o una adaptación a circunstancias difíciles. La elección entre una experiencia local y un escape lejano es una decisión personal, pero es esencial reconocer las complejidades que subyacen en ambas opciones.